REDES-
Revista hispana para el análisis de redes sociales.
Vol.1,#4, enero 2002.
http://revista-redes.rediris.es
Tipos de redes personales de los inmigrantes y adaptación
psicológica
Isidro Maya Jariego
Departamento de Psicología Social
Universidad de Sevilla
Elaboramos una tipología de redes de apoyo en un
colectivo de inmigrantes marroquíes (n=81), filipinos (n=69) y senegaleses
(n=23) residentes en Marbella, aplicando la entrevista Mannheim de apoyo social
(MISS) (Veiel, 1990, 1993). Primero realizamos tres análisis de conglomerados
exploratorios utilizando como variables-criterio indicadores de (1) composición
familiar y étnica, (2) funciones de apoyo, y (3) tamaño y estructura de la red.
Los análisis de chi-cuadrado entre las tres clasificaciones revelaron la
solución de cinco clusters como la más apropiada. Para elaborar una tipología
global con cinco categorías, seleccionamos siete indicadores de la red de
apoyo, tomando en consideración para elegir cada variable: la diferenciación
entre clusters, la saturación en una solución factorial y la matriz de
correlaciones. Las variables-criterio seleccionadas fueron: disponibilidad de
apoyo cotidiano psicológico, disponibilidad de apoyo instrumental en
situaciones de crisis, número de compatriotas en la red de apoyo, número de
españoles en la red de apoyo, número de familiares en la red de apoyo, número
de no-familiares en la red de apoyo, y multiplicidad media de los vínculos. Los
cinco clusters resultantes fueron (1) redes pequeñas de amigos y familiares
compatriotas, (2) redes étnicas con predominio de vínculos especializados, (3)
redes sinérgicas con predominio de amigos compatriotas, (4) redes étnicas de
reagrupamiento familiar, y (5) redes de reagrupamiento familiar integradas en
la comunidad receptora. Los tres colectivos estudiados tienen un perfil
claramente diferenciado en sus redes personales: el 60% de los marroquíes se
ubica en la categoría de redes más pequeñas, y el 60% de los senegaleses
pertenece a grupos de compatriotas polivalentes. Por último, la tipología
distingue significativamente los niveles de bienestar psicológico y el grado de
utilización de servicios sociales. Los inmigrantes con redes pequeñas obtienen
las puntuaciones más altas en la escala de depresión del Center for
Epidemiological Studies (CES-D) (Radloff, 1977), mientras que las redes de
reagrupamiento (étnicas o mixtas) se asocian significativamente a una mayor
utilización de servicios sociales.
A.
Introducción
La investigación previa ha examinado la influencia
de múltiples dimensiones de las redes de apoyo social en la adaptación
psicológica de los inmigrantes. Por ejemplo, se tiene constancia de que entre
los elementos que atenúan o previenen la depresión en ése colectivo se cuentan
tener una red amplia, estar casado, disponer de apoyo confidente y estar
satisfecho con las relaciones interpersonales (véase por ejemplo: Maya, 1999). Este
tipo de variables también tiene un efecto positivo en la percepción de salud
física y autonomía funcional (Angel y Angel, 1992; Bialik-Gilad, 1988; Sasao y
Chun, 1994), la satisfacción con la vida (Angel y Angel, 1992; Hernández y
Gilbert, 1987; Lai y McDonald, 1995), el bienestar general percibido (Sasao y
Chun, 1994), el estado de ánimo (Bialik-Gilad, 1988), el afecto positivo hacia
el trabajo y la familia (Hernández y Gilbert, 1987), la satisfacción con la
migración (Ying, 1996), la confianza en las relaciones con el entorno (Tyler,
Tyler, Tommasello y Zhang, 1992), etcétera.
En segundo lugar, se ha documentado la influencia
de las redes de apoyo en indicadores objetivos de adaptación. En concreto,
existen evidencias al respecto de la inserción laboral (Greenwell, Valdez y
DaVanzo, 1997; Schwarzer y Hahn, 1995), la rentabilidad de los pequeños
negocios de inmigrantes (Bates, 1994), la intención de desplazarse a otro
destino laboral (Sánchez y Viscarra, 1995); las calificaciones en inglés y
matemáticas (Fuligni, 1997), el ajuste académico autoinformado (Jou y Fukada,
1996; Zea, Jarama y Bianchi, 1995); la segregación de roles en la toma de
decisiones (Dasgupta, 1992; Schönpflug, Silbereisen y Schulz, 1990), la calidad
de las relaciones padres-hijos (Dihn, Sarason y Sarason, 1994), los casos de
maltrato infantil (Ima y Hohm, 1991), la percepción del rol de madre (Zambrana,
Silva-Palacios y Powell, 1992), y el peso del hijo al nacer (Sherraden y
Barrera, 1996), entre otros.
Sin embargo, la literatura ha prestado menos
atención al papel de los tipos de redes de apoyo, pese a que constituyen una
manera parsimoniosa y eficiente de analizar el proceso de adaptación al nuevo
entorno (Maya, 1999). Las tipologías elaboradas con otras poblaciones muestran
que sirven para predecir resultados de interés, como el bienestar subjetivo o
la utilización de servicios sociales y de salud (Fudge, Neufeld y Harrison,
1997; Litwin, 1995, 1997a, 1997b; Wenger, 1991). En un trabajo previo,
clasificamos las redes personales de inmigrantes africanos en cuatro
categorías: (1) redes pequeñas con predominio de amigos compatriotas, (2) redes
insuficientes con predominio de amigos compatriotas, (3) redes mixtas de tamaño
medio centradas en los amigos, y (4) redes de tamaño medio centradas en la
familia. Con dicha tipología distinguimos significativamente los niveles de
bienestar psicológico, el estilo de uso de prestaciones sociales, así como
otras características psicológicas, sociales y demográficas.
Siguiendo con esa línea de indagación, en esta
comunicación pretendemos (1) clasificar las redes personales de un colectivo de
inmigrantes africanos y asiáticos, y (2) examinar la asociación del tipo de red
con indicadores de depresión y accesibilidad a servicios sociales.
B. Metodología
1. Descripción de los tres colectivos estudiados
Efectuamos un muestreo intencional para poner en
perspectiva las condiciones de adaptación de dos grupos africanos y uno de
origen asiático. Entrevistamos a un total de 173 inmigrantes residentes en
Marbella. De éstos, 81 eran marroquíes, 69 filipinos y 23 senegaleses. El
tamaño de estos tres colectivos en la provincia de Málaga es muy desigual: los
oriundos de Marruecos constituyen una comunidad unas 4 veces más grande que la
filipina, mientras que ésta última puede ser prácticamente 10 veces mayor que
la senegalesa.
Como promedio, los encuestados tienen en torno a 37
años, y llevan residiendo en España algo más de 9 años. Se trata de una
migración madura y estable, pues son pocos los casos en que no se cuenta con
otros familiares que hayan emigrado (14.5%), a la vez que la mayoría de ellos
no se ha movido de la provincia de Málaga (71.5%), ni tiene intención de volver
a su país (76.1%). Además, sólo un 9.4% estaba en situación irregular en el
momento de la entrevista, mientra que el resto afirmaba disponer de permiso de
residencia (41.2%), permiso de trabajo (26.5%), o incluso permiso comunitario
(22.1%).
En cualquier caso, los senegaleses tienen algunos
rasgos peculiares en relación a este perfil, ya que expresan con más frecuencia
intención de retorno al país de origen (47.8%), y muestran mayor movilidad
geográfica desde que están en España (43.5%). Además, su edad está al menos 5
puntos por encima del total de la muestra -tienen una media de 42 años-, y es
más frecuente que hayan sido pioneros en su familia (40.9%), o que hayan
entrado clandestinamente en España (21.7%).
Las ocupaciones más habituales de estos tres grupos
de extranjeros son el servicio doméstico, la venta ambulante y la hostelería.
El grupo más numeroso entre marroquíes y filipinos lo forman las empleadas del
hogar, aunque también hay un porcentaje significativo que se dedica a la
hostelería. Por su parte, prácticamente todos los senegaleses trabajan en la
venta ambulante. Entre los marroquíes hay situaciones laborales más diversas,
pues encontramos quienes se dedican a la construcción, la jardinería, las
reparaciones, etcétera.
Esta lógica de los segmentos laborales por
nacionalidad también se refleja en el género, dado que los senegaleses
constituyen el único colectivo de la muestra predominantemente masculino
(95.7%): frente a ello, la marroquí es una nacionalidad equilibrada en cuanto
al género, mientras que en la comunidad filipina predominan las mujeres.
Pese a la convergencia en muchas de las variables
demográficas y relativas al proyecto migratorio, la comunidad filipina muestra
un mayor nivel socioeconómico. Tienen un nivel educativo superior, pues casi
todos los entrevistados han cursado al menos la enseñanza secundaria (95.6%), y
dentro de éstos hay un grupo significativo con estudios universitarios (42.7%).
Unido a ello, más del 44% supera las 91.000 pesetas mensuales, mientras que
entre los marroquíes se cuenta sólo un 20% en ese intervalo, y entre los
senegaleses ninguno declara alcanzar dicho límite.
2. Procedimiento
Las entrevistas fueron realizadas en pareja, por un
encuestador español y un mediador de la misma nacionalidad del entrevistado. El
papel del mediador consistió en facilitar los contactos con la comunidad en
cuestión, y hacer de intérprete en aquellos casos en los que fue necesario. Los
mediadores contaban con experiencia previa en servicios sociales o en la
aplicación de encuestas. La entrevista se aplicó en el idioma elegido por el
entrevistado, registrando dicho extremo como indicador de aculturación.
Para reclutar a los encuestados se siguió el
procedimiento de selección en cadena; y con una guía de investigación (Taft,
1986), controlamos la heterogeneidad de la muestra en tiempo de estancia,
dominio del idioma, estrategia de aculturación, y barrio de residencia.
3. Instrumentos
La entrevista consistió en la aplicación de un
cuestionario y varias escalas de evaluación de variables psicológicas. En el
cuestionario se hicieron preguntas sobre el proyecto migratorio, la situación
laboral, los problemas percibidos y la utilización de servicios sociales. Para
valorar el conocimiento que los inmigrantes tienen sobre servicios sociales, se
les pidió que señalaran qué organizaciones y prestaciones conocen y utilizan,
así como el grado de satisfacción con las mismas. Las prestaciones del
Ayuntamiento se analizaron en el contexto de otros servicios y entidades. La
pertinencia de las preguntas se validó en una reunión previa con representantes
de sindicatos, organizaciones no gubernamentales y profesionales de servicios
sociales. Como índices agregados
nos servimos del número de servicios conocidos y utilizados desde que el
inmigrante reside en España. El número de servicios conocidos osciló entre 0 y
12, con una media de 4.46 y una desviación tipo de 2.59. Por su parte, el
número de servicios utilizados osciló entre 0 y 6, con una media de 1.24 y una
desviación tipo de 1.35. El 6.4% de la muestra no reconoce ninguno de los
servicios evaluados, mientras que un 37.6% informa de no haber recurrido a
prestaciones sociales profesionales desde que está en España.
Para evaluar las redes de apoyo de los inmigrantes
se utilizó la Entrevista de Apoyo Social de Manheimm (Veiel, 1990, 1993), en la
que se valora el apoyo instrumental y afectivo disponible, distinguiendo
situaciones cotidianas de situaciones de crisis. Además se informa de la
adecuación de la red de apoyo y la frecuencia de contactos, entre otros
aspectos.
También se utilizó la escala de Depresión del
Centro de Estudios Epidemiológicos (CES-D), instrumento de auto-informe de 20
ítems relativos a la ocurrencia de síntomas depresivos (Radloff, 1977). Esta
escala ha sido utilizada tanto en población general como inmigrante de distinto
origen étnico y/o cultural, obteniendo en todos los casos adecuados indicadores
de validez y fiabilidad (Vega, Kolody y Valle, 1998; Frank y Faux, 1990;
Peterson, Folkman y Bakeman, 1996; Jon, 1998; Hovey, 1999). Recientemente la
escala ha sido empleada en España en distintos contextos. Soler et al. (1997)
realizan su validación en una población española de pacientes con trastornos
afectivos, y en el ámbito comunitario Ferrer y Rodríguez (1999) la utilizan en
un estudio descriptivo en atención primaria. De acuerdo con los estudios de
validación en encuestas comunitarias (Eaton y Kessler, 1981), el punto de corte
para reconocer un caso de depresión es 16, y en los estudios epidemiológicos se
ha observado que aproximadamente el 18% o 20% de la población supera dicho
umbral. El coeficiente de fiabilidad para el total de la muestra fue .83, y en
los tres grupos étnicos se obtuvieron índices similares (.82 en marroquíes, .83
en senegaleses y .81 en filipinos).
C. Análisis de datos
La elaboración de conglomerados conlleva
experimentar con una serie de soluciones de clusters, hasta que las
agrupaciones reflejen presupuestos teóricos relevantes. La clasificación en
parte es construida y en parte “se descubre”. En este caso, realizamos tres
tipologías exploratorias, contando para ello, respectivamente, con variables
criterio de (1) composición, (2) funciones y (3) estructura de la red personal.
Con cada una de ellas derivamos 4 clusters, de forma que obtuviéramos
una distribución equilibrada de sujetos entre categorías. Se estableció un
máximo de 10 iteraciones con un criterio de convergencia de 0.02. Para
describir a los individuos que pertenecen a cada categoría, cruzamos (con
tablas de contingencia chi-cuadrado), los tipos de redes con las variables
demográficas, socio-económicas y de proyecto migratorio recogidas en nuestro
estudio. A continuación, aplicamos un análisis oneway de la varianza,
para determinar las diferencias de bienestar psicológico y utilización de
servicios en función del tipo de red personal.
1. Tipología según la composición familiar y étnica
En primer lugar clasificamos a los encuestados
utilizando cuatro indicadores de composición de la red: número de compatriotas
proveedores de apoyo, número de españoles, número de familiares y número de no
familiares. Los resultados del análisis de conglomerados, resumidos en la Tabla
1.1, reflejan el claro predominio de contactos de apoyo con miembros del
propio grupo étnico. Prácticamente el 90% de los inmigrantes entrevistados
tiene menos de un 13% de españoles en su red personal. Por otro lado, los
cuatro clusters resultantes difieren claramente en el tamaño medio de la
red de apoyo, de forma que la disponibilidad total de ayuda parece funcionar
como una variable latente que distingue entre categorías. A continuación
describimos las características de los cuatro conglomerados.
Redes étnicas de familiares y amigos (Tipo 2). Casi la mitad
del colectivo cuenta sólo con cinco proveedores de ayuda como promedio. Es la
red de apoyo más pequeña de entre las cuatro identificadas. Se trata de un
núcleo de compatriotas formado por parientes y amigos a partes iguales.
Gráfico 1. Tipos de redes
personales según composición
Redes étnicas con predominio de amigos (Tipo 4). El segundo
tipo de red más frecuente (30%) difiere del anterior por una mayor
disponibilidad de vínculos no familiares: es una red más grande (con unos ocho
lazos personales), gracias a que disponen de 2.5 veces más amigos que la
anterior.
Redes étnicas con predominio de familiares (Tipo 1). Un pequeño
porcentaje de entrevistados destaca por tener el triple (o más) familiares que
el resto de categorías. Ocho de los trece individuos que como promedio
conforman este tipo de red son parientes de la persona focal. Es,
comparativamente, la red personal de mayor tamaño.
Redes mixtas con predominio de amigos (Tipo 3). La última
agrupación es la única con una composición equilibrada entre miembros del
propio grupo étnico y miembros de la sociedad de acogida. En torno a un 10% de
inmigrantes cuenta con 5 españoles como promedio en su red personal. Se trata,
como en el caso anterior, de una malla social particularmente extensa.
De acuerdo con los análisis bivariados (Tablas
1.2 a 1.5), la composición de la red personal se relaciona
significativamente con la nacionalidad del inmigrante, el tiempo de estancia,
la edad, la ocupación laboral y el número de familiares en España. Por el
contrario, no guarda relación con el género, el estado civil, los años de
escolarización, el nivel de ingresos, el proyecto migratorio ni la movilidad
geográfica.
Gráfico 2. Porcentaje con cada tipo
de red de apoyo
En las redes étnicas de familiares y amigos
(Tipo 2) están significativamente representados los marroquíes, mientras que
ocurre al contrario con los senegaleses. Es poco probable que se dediquen a la
venta ambulante, y comparativamente es más habitual que estén desempleados. Se
trata del grupo con menos tiempo de estancia en España. Es más común que tengan
permiso de residencia o tarjeta de estudiante, y menos el permiso de trabajo.
Al contrario que la anterior, las redes étnicas
con predominio de amigos (Tipo 4), es más frecuente en los senegaleses y
menos en los marroquíes. Es el grupo con la media de edad más elevada, por
encima de los 40 años y tienden a ocupar los intervalos inferiores de ingresos
económicos. Cuentan con el menor número de familiares en España y es frecuente
que se dediquen a la venta ambulante.
Los encuestados con redes étnicas con predominio
de familiares (Tipo 1) conforman el grupo que lleva más tiempo residiendo
en España y, en consonancia con ello, disponen de más familiares asentados en
el contexto receptor. Todos los asignados a este grupo declaran su intención de
permanecer en España, conformando el colectivo con un proyecto más estable.
El conglomerado de redes mixtas con predominio
de amigos (Tipo 3) es el que cuenta comparativamente con mayor proporción
de hombres y de solteros. Como promedio, son entre 5 y 11 años más jóvenes que
el resto de entrevistados. Tienden a ocupar los intervalos superiores de
ingresos mensuales y es más probable que cuenten con vivienda en propiedad.
Ninguno de los pertenecientes a este subgrupo se dedican al servicio doméstico
o están desempleados, mientras que hay una alta proporción de vendedores
ambulantes. Los senegaleses están significativamente representados en este
grupo.
Gráfico 3. Depresión y
accesibilidad a servicios sociales según tipo de redes (composición)
Las cinco categorías no discrepan en las
dimensiones comportamentales ni valorativas del apoyo social. Los individuos de
uno y otro cluster tampoco difieren de modo significativo en los
indicadores de bienestar psicológico. Sin embargo, sí hay diferencias en el
número de servicios sociales utilizados desde que están en España: los
inmigrantes con redes étnicas en las que predominan familiares son los que han
hecho uso de más prestaciones.
2. Tipología según las funciones de apoyo
En segundo lugar, elaboramos agrupaciones conforme
a la disponibilidad de apoyo en cuatro áreas diferentes: ayuda psicológica en
situaciones cotidianas, ayuda instrumental en situaciones cotidianas, ayuda
psicológica en situaciones de crisis y ayuda instrumental en situaciones de
crisis. Como era de esperar, en líneas generales los inmigrantes disponen
potencialmente de más apoyo psicológico que instrumental, y cuentan con más
proveedores para las demandas del día a día que en circunstancias de crisis (Tabla
2.1). Como en la primera tipología, también en este caso el tamaño de la
red de apoyo funciona como una variable latente que distingue entre categorías.
Sin embargo, para denominar los cuatro clusters utilizamos las
discrepancias en las variables criterio. A continuación describimos las
características de los cuatro conglomerados resultantes.
Gráfico 4. Tipos de redes
personales según funciones
Redes poco diferenciadas (Tipo 3). Más de la
mitad del grupo estudiado tiene en torno a cinco individuos en su red, y apenas
cuenta con dos personas en cada área de necesidad. El menor tamaño de la red de
apoyo parece guardar relación con el hecho de que no haya diferencias
significativas en la disponibilidad de ayuda para cada función: en cada caso se
recurre a los escasos vínculos disponibles.
Redes con predominio de funciones
psicológicas (Tipo 1). Destaca por ser la red personal en la que se observa
mayor distancia entre la disponibilidad de ayuda psicológica e instrumental.
Aunque los inmigrantes incluídos en esta categoría cuentan con unos nueve
proveedores (bastante por encima del tamaño modal de las redes de apoyo), la
cantidad de lazos personales se aprovecha mejor para cubrir necesidades
psicológicas que instrumentales. Esta estructura reticular la ha desarrollado
en torno a un quinto de los encuestados.
Redes funcionalmente compensadas (Tipo 4). Aunque el
tamaño de esta red personal es muy parecido al del tipo anterior (unos ocho
vínculos), son bien diferentes en cuanto a los recursos que suelen
proporcionar: las áreas de ayuda psicológica y cotidiana están igualmente
atendidas; pero, por comparación, las áreas instrumental y de crisis parecen
particularmente bien cubiertas en este tipo de red. También en este caso
estamos hablando de un quinto de los entrevistados.
Redes con predominio de apoyo cotidiano (Tipo 2). Esta
agrupación recoge a aquellos individuos que han sido capaces de conformar una
red amplia de en torno a catorce contactos personales. Goza de los niveles más
elevados de disponibilidad en cada función. Todas las áreas cuentan con 5 o más
vínculos, si bien sobresale la diferencia entre las funciones cotidianas y las
de crisis, a favor de las primeras. En este pequeño porcentaje de la muestra
(5%) se mantiene la lógica de mayor disponibilidad en las funciones
psicológicas que en las instrumentales, y en las cotidianas que en las de
crisis.
Gráfico 5. Porcentaje con cada tipo
de red de apoyo
Como observamos en las Tablas 2.2 a 2.5, los
conglomerados de red según las funciones de apoyo difieren significativamente
por nacionalidad, género, ocupación laboral y número de familiares en España.
En las redes poco diferenciadas (Tipo 3)
están significativamente representados los marroquíes, mientras que ocurre al
contrario con los senegaleses y los filipinos. Es el grupo que cuenta
comparativamente con más mujeres, y donde hay mayor número de divorciados(as) y
viudos(as). Tienden a visitar el país de origen con mayor frecuencia que el
resto, y es más probable que no contaran con antecedentes familiares cuando
emigraron. De hecho, es el grupo que dispone de menos familiares en España. En
lo que respecta a la ocupación laboral, predomina el servicio doméstico y es
infrecuente la venta ambulante. Es menos probable que en las demás categorías
disponer de permiso de trabajo.
Al contrario que la anterior, la red con
predominio de funciones psicológicas (Tipo 1), es menos frecuente entre los
marroquíes y cuenta con más hombres. Es el grupo con mayor movilidad geográfica
desde que está en la península, y con mayor probabilidad de disponer de casa
propia. Tienden a ocupar los intervalos superiores de ingresos económicos.
Predomina el trabajo en hostelería y es comparativamente poco frecuente el
servicio doméstico.
Los encuestados con redes funcionalmente
compensadas (Tipo 4) son en una proporción significativa hombres y
trabajadores de la venta ambulante. Es más probable que sean senegaleses y
menos marroquíes.
Por último, el conglomerado con menor prevalencia,
es decir el de redes con predominio de apoyo cotidiano (Tipo 2) es el
que cuenta, con diferencia, con mayor número de familiares en España, y es
significativo el número de ellos que se ubican en el segmento superior de
ingresos mensuales.
Gráfico 6. Depresión y
accesibilidad a servicios sociales según tipo de redes (funciones)
No hay diferencias en aspectos comportamentales ni
de valoración del apoyo, pero sí en los indicadores de adaptación. El subgrupo
de inmigrantes con redes poco diferenciadas puntúa en depresión entre 3 y 6
puntos por encima del resto como promedio. Por su parte, las redes amplias en
las que predomina el apoyo cotidiano permiten una mejor accesibilidad a los
servicios.
3. Tipología según la estructura de la red personal
Por último, realizamos una clasificación de los
inmigrantes a partir de tres indicadores sobre la estructura de la red
personal: el tamaño total de la red de apoyo, la multiplicidad media de los
vínculos disponibles y la proporción de vínculos con funciones específicas.
Multiplicidad y especificidad mantienen una relación inversa significativa,
como muestra el elevado coeficiente de correlación (R=-.824, p<.001), pero
ambas sirven para distinguir convenientemente tipos de red personal (Tabla
3.1). Esta tercera tipología exploratoria es la que da lugar a una
distribución más equilibrada de los sujetos entre las cuatro categorías
resultantes. A continuación describimos las características de dichos
conglomerados.
Gráfico 7. Tipos de redes
personales según estructura
Redes pequeñas polivalentes (o concentradas) (Tipo 3). Los
encuestados asignados a esta categoría concentran sus demandas de apoyo en un
grupo de unos 5 vínculos. Esta red ocupa la segunda posición en cuanto al nivel
de multiplicidad, lo que parece reflejar que la persona focal saca el máximo
partido a los pocos contactos existentes.
Redes intermedias de vínculos especializados (o
dispersas)
(Tipo 2). Es la red que cuenta con el índice más elevado de especificidad y el
más bajo de multiplicidad. El 77% de los proveedores de apoyo cubren funciones
específicas y no dan más de dos o tres tipos de ayuda. La estructura de apoyo
la forma un grupo de tamaño intermedio, constituido por unos siete individuos.
Redes intermedias polivalentes (o sinérgicas) (Tipo 4). A la inversa de
la anterior, es la red que cuenta con el índice más elevado de multiplicidad y
el más bajo de especificidad. Casi todas las personas a las que recurren estos
encuestados son polivalentes (97%), estando disponibles además para casi todos
los tipos de ayuda. Se trata de una red de tamaño intermedio, formada
aproximadamente por siete vínculos.
Redes amplias equilibradas (o integradas) (Tipo 1). Esta
agrupación recoge a aquellos individuos que han sido capaces de conformar una
red amplia de en torno a catorce contactos personales. Comparativamente, cuenta
con los niveles más moderados de multiplicidad y especificidad. Más de la mitad
de los contactos disponibles proporcionan cuatro o cinco tipos de apoyo
diferentes, pero también cuentan con una proporción importante de vínculos
específicos (46%). El mayor tamaño de la red personal parece permitir una
adecuada distribución de funciones, con una combinación equilibrada de
especialización y polivalencia.
Gráfico 8. Porcentaje con cada tipo
de red
Las variables estructurales permiten distinguir
conglomerados que se asocian significativamente con la nacionalidad, el
proyecto migratorio, el tiempo de estancia, la ocupación laboral, el tipo de
documentación en regla y el número de familiares en España (Tablas 3.2 a 3.5).
Las redes pequeñas polivalentes (Tipo 3) las
han conformado aquellos que llevan menos tiempo residiendo en España. El grupo
nacional en el que es más probable que se desarrollen este tipo de redes es el
de los marroquíes, mientras que es comparativamente poco frecuente en los
senegaleses. En este conglomerado están significativamente poco representados
los solteros y los vendedores ambulantes. También hay mayor número de
inmigrantes irregulares.