REDES- Revista hispana para el análisis de redes sociales.
Vol.1,#4, enero 2002.
http://revista-redes.rediris.es

 

Tipos de redes personales de los inmigrantes y adaptación psicológica

 

Isidro Maya Jariego

Departamento de Psicología Social

Universidad de Sevilla

 

 

Elaboramos una tipología de redes de apoyo en un colectivo de inmigrantes marroquíes (n=81), filipinos (n=69) y senegaleses (n=23) residentes en Marbella, aplicando la entrevista Mannheim de apoyo social (MISS) (Veiel, 1990, 1993). Primero realizamos tres análisis de conglomerados exploratorios utilizando como variables-criterio indicadores de (1) composición familiar y étnica, (2) funciones de apoyo, y (3) tamaño y estructura de la red. Los análisis de chi-cuadrado entre las tres clasificaciones revelaron la solución de cinco clusters como la más apropiada. Para elaborar una tipología global con cinco categorías, seleccionamos siete indicadores de la red de apoyo, tomando en consideración para elegir cada variable: la diferenciación entre clusters, la saturación en una solución factorial y la matriz de correlaciones. Las variables-criterio seleccionadas fueron: disponibilidad de apoyo cotidiano psicológico, disponibilidad de apoyo instrumental en situaciones de crisis, número de compatriotas en la red de apoyo, número de españoles en la red de apoyo, número de familiares en la red de apoyo, número de no-familiares en la red de apoyo, y multiplicidad media de los vínculos. Los cinco clusters resultantes fueron (1) redes pequeñas de amigos y familiares compatriotas, (2) redes étnicas con predominio de vínculos especializados, (3) redes sinérgicas con predominio de amigos compatriotas, (4) redes étnicas de reagrupamiento familiar, y (5) redes de reagrupamiento familiar integradas en la comunidad receptora. Los tres colectivos estudiados tienen un perfil claramente diferenciado en sus redes personales: el 60% de los marroquíes se ubica en la categoría de redes más pequeñas, y el 60% de los senegaleses pertenece a grupos de compatriotas polivalentes. Por último, la tipología distingue significativamente los niveles de bienestar psicológico y el grado de utilización de servicios sociales. Los inmigrantes con redes pequeñas obtienen las puntuaciones más altas en la escala de depresión del Center for Epidemiological Studies (CES-D) (Radloff, 1977), mientras que las redes de reagrupamiento (étnicas o mixtas) se asocian significativamente a una mayor utilización de servicios sociales.

 

A. Introducción

 

La investigación previa ha examinado la influencia de múltiples dimensiones de las redes de apoyo social en la adaptación psicológica de los inmigrantes. Por ejemplo, se tiene constancia de que entre los elementos que atenúan o previenen la depresión en ése colectivo se cuentan tener una red amplia, estar casado, disponer de apoyo confidente y estar satisfecho con las relaciones interpersonales (véase por ejemplo: Maya, 1999). Este tipo de variables también tiene un efecto positivo en la percepción de salud física y autonomía funcional (Angel y Angel, 1992; Bialik-Gilad, 1988; Sasao y Chun, 1994), la satisfacción con la vida (Angel y Angel, 1992; Hernández y Gilbert, 1987; Lai y McDonald, 1995), el bienestar general percibido (Sasao y Chun, 1994), el estado de ánimo (Bialik-Gilad, 1988), el afecto positivo hacia el trabajo y la familia (Hernández y Gilbert, 1987), la satisfacción con la migración (Ying, 1996), la confianza en las relaciones con el entorno (Tyler, Tyler, Tommasello y Zhang, 1992), etcétera.

En segundo lugar, se ha documentado la influencia de las redes de apoyo en indicadores objetivos de adaptación. En concreto, existen evidencias al respecto de la inserción laboral (Greenwell, Valdez y DaVanzo, 1997; Schwarzer y Hahn, 1995), la rentabilidad de los pequeños negocios de inmigrantes (Bates, 1994), la intención de desplazarse a otro destino laboral (Sánchez y Viscarra, 1995); las calificaciones en inglés y matemáticas (Fuligni, 1997), el ajuste académico autoinformado (Jou y Fukada, 1996; Zea, Jarama y Bianchi, 1995); la segregación de roles en la toma de decisiones (Dasgupta, 1992; Schönpflug, Silbereisen y Schulz, 1990), la calidad de las relaciones padres-hijos (Dihn, Sarason y Sarason, 1994), los casos de maltrato infantil (Ima y Hohm, 1991), la percepción del rol de madre (Zambrana, Silva-Palacios y Powell, 1992), y el peso del hijo al nacer (Sherraden y Barrera, 1996), entre otros.

 

Sin embargo, la literatura ha prestado menos atención al papel de los tipos de redes de apoyo, pese a que constituyen una manera parsimoniosa y eficiente de analizar el proceso de adaptación al nuevo entorno (Maya, 1999). Las tipologías elaboradas con otras poblaciones muestran que sirven para predecir resultados de interés, como el bienestar subjetivo o la utilización de servicios sociales y de salud (Fudge, Neufeld y Harrison, 1997; Litwin, 1995, 1997a, 1997b; Wenger, 1991). En un trabajo previo, clasificamos las redes personales de inmigrantes africanos en cuatro categorías: (1) redes pequeñas con predominio de amigos compatriotas, (2) redes insuficientes con predominio de amigos compatriotas, (3) redes mixtas de tamaño medio centradas en los amigos, y (4) redes de tamaño medio centradas en la familia. Con dicha tipología distinguimos significativamente los niveles de bienestar psicológico, el estilo de uso de prestaciones sociales, así como otras características psicológicas, sociales y demográficas.

 

Siguiendo con esa línea de indagación, en esta comunicación pretendemos (1) clasificar las redes personales de un colectivo de inmigrantes africanos y asiáticos, y (2) examinar la asociación del tipo de red con indicadores de depresión y accesibilidad a servicios sociales.

 

 

B. Metodología

 

1. Descripción de los tres colectivos estudiados

 

Efectuamos un muestreo intencional para poner en perspectiva las condiciones de adaptación de dos grupos africanos y uno de origen asiático. Entrevistamos a un total de 173 inmigrantes residentes en Marbella. De éstos, 81 eran marroquíes, 69 filipinos y 23 senegaleses. El tamaño de estos tres colectivos en la provincia de Málaga es muy desigual: los oriundos de Marruecos constituyen una comunidad unas 4 veces más grande que la filipina, mientras que ésta última puede ser prácticamente 10 veces mayor que la senegalesa.

 

Como promedio, los encuestados tienen en torno a 37 años, y llevan residiendo en España algo más de 9 años. Se trata de una migración madura y estable, pues son pocos los casos en que no se cuenta con otros familiares que hayan emigrado (14.5%), a la vez que la mayoría de ellos no se ha movido de la provincia de Málaga (71.5%), ni tiene intención de volver a su país (76.1%). Además, sólo un 9.4% estaba en situación irregular en el momento de la entrevista, mientra que el resto afirmaba disponer de permiso de residencia (41.2%), permiso de trabajo (26.5%), o incluso permiso comunitario (22.1%).

 

En cualquier caso, los senegaleses tienen algunos rasgos peculiares en relación a este perfil, ya que expresan con más frecuencia intención de retorno al país de origen (47.8%), y muestran mayor movilidad geográfica desde que están en España (43.5%). Además, su edad está al menos 5 puntos por encima del total de la muestra -tienen una media de 42 años-, y es más frecuente que hayan sido pioneros en su familia (40.9%), o que hayan entrado clandestinamente en España (21.7%).

 

Las ocupaciones más habituales de estos tres grupos de extranjeros son el servicio doméstico, la venta ambulante y la hostelería. El grupo más numeroso entre marroquíes y filipinos lo forman las empleadas del hogar, aunque también hay un porcentaje significativo que se dedica a la hostelería. Por su parte, prácticamente todos los senegaleses trabajan en la venta ambulante. Entre los marroquíes hay situaciones laborales más diversas, pues encontramos quienes se dedican a la construcción, la jardinería, las reparaciones, etcétera.

 

Esta lógica de los segmentos laborales por nacionalidad también se refleja en el género, dado que los senegaleses constituyen el único colectivo de la muestra predominantemente masculino (95.7%): frente a ello, la marroquí es una nacionalidad equilibrada en cuanto al género, mientras que en la comunidad filipina predominan las mujeres.

 

Pese a la convergencia en muchas de las variables demográficas y relativas al proyecto migratorio, la comunidad filipina muestra un mayor nivel socioeconómico. Tienen un nivel educativo superior, pues casi todos los entrevistados han cursado al menos la enseñanza secundaria (95.6%), y dentro de éstos hay un grupo significativo con estudios universitarios (42.7%). Unido a ello, más del 44% supera las 91.000 pesetas mensuales, mientras que entre los marroquíes se cuenta sólo un 20% en ese intervalo, y entre los senegaleses ninguno declara alcanzar dicho límite.

 

2. Procedimiento

 

Las entrevistas fueron realizadas en pareja, por un encuestador español y un mediador de la misma nacionalidad del entrevistado. El papel del mediador consistió en facilitar los contactos con la comunidad en cuestión, y hacer de intérprete en aquellos casos en los que fue necesario. Los mediadores contaban con experiencia previa en servicios sociales o en la aplicación de encuestas. La entrevista se aplicó en el idioma elegido por el entrevistado, registrando dicho extremo como indicador de aculturación.

 

Para reclutar a los encuestados se siguió el procedimiento de selección en cadena; y con una guía de investigación (Taft, 1986), controlamos la heterogeneidad de la muestra en tiempo de estancia, dominio del idioma, estrategia de aculturación, y barrio de residencia.

 

 

3. Instrumentos

 

La entrevista consistió en la aplicación de un cuestionario y varias escalas de evaluación de variables psicológicas. En el cuestionario se hicieron preguntas sobre el proyecto migratorio, la situación laboral, los problemas percibidos y la utilización de servicios sociales. Para valorar el conocimiento que los inmigrantes tienen sobre servicios sociales, se les pidió que señalaran qué organizaciones y prestaciones conocen y utilizan, así como el grado de satisfacción con las mismas. Las prestaciones del Ayuntamiento se analizaron en el contexto de otros servicios y entidades. La pertinencia de las preguntas se validó en una reunión previa con representantes de sindicatos, organizaciones no gubernamentales y profesionales de servicios sociales. Como índices agregados nos servimos del número de servicios conocidos y utilizados desde que el inmigrante reside en España. El número de servicios conocidos osciló entre 0 y 12, con una media de 4.46 y una desviación tipo de 2.59. Por su parte, el número de servicios utilizados osciló entre 0 y 6, con una media de 1.24 y una desviación tipo de 1.35. El 6.4% de la muestra no reconoce ninguno de los servicios evaluados, mientras que un 37.6% informa de no haber recurrido a prestaciones sociales profesionales desde que está en España.

 

Para evaluar las redes de apoyo de los inmigrantes se utilizó la Entrevista de Apoyo Social de Manheimm (Veiel, 1990, 1993), en la que se valora el apoyo instrumental y afectivo disponible, distinguiendo situaciones cotidianas de situaciones de crisis. Además se informa de la adecuación de la red de apoyo y la frecuencia de contactos, entre otros aspectos.

 

También se utilizó la escala de Depresión del Centro de Estudios Epidemiológicos (CES-D), instrumento de auto-informe de 20 ítems relativos a la ocurrencia de síntomas depresivos (Radloff, 1977). Esta escala ha sido utilizada tanto en población general como inmigrante de distinto origen étnico y/o cultural, obteniendo en todos los casos adecuados indicadores de validez y fiabilidad (Vega, Kolody y Valle, 1998; Frank y Faux, 1990; Peterson, Folkman y Bakeman, 1996; Jon, 1998; Hovey, 1999). Recientemente la escala ha sido empleada en España en distintos contextos. Soler et al. (1997) realizan su validación en una población española de pacientes con trastornos afectivos, y en el ámbito comunitario Ferrer y Rodríguez (1999) la utilizan en un estudio descriptivo en atención primaria. De acuerdo con los estudios de validación en encuestas comunitarias (Eaton y Kessler, 1981), el punto de corte para reconocer un caso de depresión es 16, y en los estudios epidemiológicos se ha observado que aproximadamente el 18% o 20% de la población supera dicho umbral. El coeficiente de fiabilidad para el total de la muestra fue .83, y en los tres grupos étnicos se obtuvieron índices similares (.82 en marroquíes, .83 en senegaleses y .81 en filipinos).

 

 

C. Análisis de datos

Análisis exploratorio de conglomerados

 

La elaboración de conglomerados conlleva experimentar con una serie de soluciones de clusters, hasta que las agrupaciones reflejen presupuestos teóricos relevantes. La clasificación en parte es construida y en parte “se descubre”. En este caso, realizamos tres tipologías exploratorias, contando para ello, respectivamente, con variables criterio de (1) composición, (2) funciones y (3) estructura de la red personal. Con cada una de ellas derivamos 4 clusters, de forma que obtuviéramos una distribución equilibrada de sujetos entre categorías. Se estableció un máximo de 10 iteraciones con un criterio de convergencia de 0.02. Para describir a los individuos que pertenecen a cada categoría, cruzamos (con tablas de contingencia chi-cuadrado), los tipos de redes con las variables demográficas, socio-económicas y de proyecto migratorio recogidas en nuestro estudio. A continuación, aplicamos un análisis oneway de la varianza, para determinar las diferencias de bienestar psicológico y utilización de servicios en función del tipo de red personal.

 

1. Tipología según la composición familiar y étnica

 

En primer lugar clasificamos a los encuestados utilizando cuatro indicadores de composición de la red: número de compatriotas proveedores de apoyo, número de españoles, número de familiares y número de no familiares. Los resultados del análisis de conglomerados, resumidos en la Tabla 1.1, reflejan el claro predominio de contactos de apoyo con miembros del propio grupo étnico. Prácticamente el 90% de los inmigrantes entrevistados tiene menos de un 13% de españoles en su red personal. Por otro lado, los cuatro clusters resultantes difieren claramente en el tamaño medio de la red de apoyo, de forma que la disponibilidad total de ayuda parece funcionar como una variable latente que distingue entre categorías. A continuación describimos las características de los cuatro conglomerados.

 

Redes étnicas de familiares y amigos (Tipo 2). Casi la mitad del colectivo cuenta sólo con cinco proveedores de ayuda como promedio. Es la red de apoyo más pequeña de entre las cuatro identificadas. Se trata de un núcleo de compatriotas formado por parientes y amigos a partes iguales.

 

Gráfico 1. Tipos de redes personales según composición

Redes étnicas con predominio de amigos (Tipo 4). El segundo tipo de red más frecuente (30%) difiere del anterior por una mayor disponibilidad de vínculos no familiares: es una red más grande (con unos ocho lazos personales), gracias a que disponen de 2.5 veces más amigos que la anterior.

 

Redes étnicas con predominio de familiares (Tipo 1). Un pequeño porcentaje de entrevistados destaca por tener el triple (o más) familiares que el resto de categorías. Ocho de los trece individuos que como promedio conforman este tipo de red son parientes de la persona focal. Es, comparativamente, la red personal de mayor tamaño.

 

Redes mixtas con predominio de amigos (Tipo 3). La última agrupación es la única con una composición equilibrada entre miembros del propio grupo étnico y miembros de la sociedad de acogida. En torno a un 10% de inmigrantes cuenta con 5 españoles como promedio en su red personal. Se trata, como en el caso anterior, de una malla social particularmente extensa.

 

De acuerdo con los análisis bivariados (Tablas 1.2 a 1.5), la composición de la red personal se relaciona significativamente con la nacionalidad del inmigrante, el tiempo de estancia, la edad, la ocupación laboral y el número de familiares en España. Por el contrario, no guarda relación con el género, el estado civil, los años de escolarización, el nivel de ingresos, el proyecto migratorio ni la movilidad geográfica.

 

 

Gráfico 2. Porcentaje con cada tipo de red de apoyo

 

En las redes étnicas de familiares y amigos (Tipo 2) están significativamente representados los marroquíes, mientras que ocurre al contrario con los senegaleses. Es poco probable que se dediquen a la venta ambulante, y comparativamente es más habitual que estén desempleados. Se trata del grupo con menos tiempo de estancia en España. Es más común que tengan permiso de residencia o tarjeta de estudiante, y menos el permiso de trabajo.

 

Al contrario que la anterior, las redes étnicas con predominio de amigos (Tipo 4), es más frecuente en los senegaleses y menos en los marroquíes. Es el grupo con la media de edad más elevada, por encima de los 40 años y tienden a ocupar los intervalos inferiores de ingresos económicos. Cuentan con el menor número de familiares en España y es frecuente que se dediquen a la venta ambulante.

 

Los encuestados con redes étnicas con predominio de familiares (Tipo 1) conforman el grupo que lleva más tiempo residiendo en España y, en consonancia con ello, disponen de más familiares asentados en el contexto receptor. Todos los asignados a este grupo declaran su intención de permanecer en España, conformando el colectivo con un proyecto más estable.

 

El conglomerado de redes mixtas con predominio de amigos (Tipo 3) es el que cuenta comparativamente con mayor proporción de hombres y de solteros. Como promedio, son entre 5 y 11 años más jóvenes que el resto de entrevistados. Tienden a ocupar los intervalos superiores de ingresos mensuales y es más probable que cuenten con vivienda en propiedad. Ninguno de los pertenecientes a este subgrupo se dedican al servicio doméstico o están desempleados, mientras que hay una alta proporción de vendedores ambulantes. Los senegaleses están significativamente representados en este grupo.

 

Gráfico 3. Depresión y accesibilidad a servicios sociales según tipo de redes (composición)

 

 

Las cinco categorías no discrepan en las dimensiones comportamentales ni valorativas del apoyo social. Los individuos de uno y otro cluster tampoco difieren de modo significativo en los indicadores de bienestar psicológico. Sin embargo, sí hay diferencias en el número de servicios sociales utilizados desde que están en España: los inmigrantes con redes étnicas en las que predominan familiares son los que han hecho uso de más prestaciones.

 

2. Tipología según las funciones de apoyo

 

En segundo lugar, elaboramos agrupaciones conforme a la disponibilidad de apoyo en cuatro áreas diferentes: ayuda psicológica en situaciones cotidianas, ayuda instrumental en situaciones cotidianas, ayuda psicológica en situaciones de crisis y ayuda instrumental en situaciones de crisis. Como era de esperar, en líneas generales los inmigrantes disponen potencialmente de más apoyo psicológico que instrumental, y cuentan con más proveedores para las demandas del día a día que en circunstancias de crisis (Tabla 2.1). Como en la primera tipología, también en este caso el tamaño de la red de apoyo funciona como una variable latente que distingue entre categorías. Sin embargo, para denominar los cuatro clusters utilizamos las discrepancias en las variables criterio. A continuación describimos las características de los cuatro conglomerados resultantes.

 

 

Gráfico 4. Tipos de redes personales según funciones

 

Redes poco diferenciadas (Tipo 3). Más de la mitad del grupo estudiado tiene en torno a cinco individuos en su red, y apenas cuenta con dos personas en cada área de necesidad. El menor tamaño de la red de apoyo parece guardar relación con el hecho de que no haya diferencias significativas en la disponibilidad de ayuda para cada función: en cada caso se recurre a los escasos vínculos disponibles.

 

Redes con predominio de funciones psicológicas (Tipo 1). Destaca por ser la red personal en la que se observa mayor distancia entre la disponibilidad de ayuda psicológica e instrumental. Aunque los inmigrantes incluídos en esta categoría cuentan con unos nueve proveedores (bastante por encima del tamaño modal de las redes de apoyo), la cantidad de lazos personales se aprovecha mejor para cubrir necesidades psicológicas que instrumentales. Esta estructura reticular la ha desarrollado en torno a un quinto de los encuestados.

 

Redes funcionalmente compensadas (Tipo 4). Aunque el tamaño de esta red personal es muy parecido al del tipo anterior (unos ocho vínculos), son bien diferentes en cuanto a los recursos que suelen proporcionar: las áreas de ayuda psicológica y cotidiana están igualmente atendidas; pero, por comparación, las áreas instrumental y de crisis parecen particularmente bien cubiertas en este tipo de red. También en este caso estamos hablando de un quinto de los entrevistados.

 

Redes con predominio de apoyo cotidiano (Tipo 2). Esta agrupación recoge a aquellos individuos que han sido capaces de conformar una red amplia de en torno a catorce contactos personales. Goza de los niveles más elevados de disponibilidad en cada función. Todas las áreas cuentan con 5 o más vínculos, si bien sobresale la diferencia entre las funciones cotidianas y las de crisis, a favor de las primeras. En este pequeño porcentaje de la muestra (5%) se mantiene la lógica de mayor disponibilidad en las funciones psicológicas que en las instrumentales, y en las cotidianas que en las de crisis.

 

 

Gráfico 5. Porcentaje con cada tipo de red de apoyo

 

 

Como observamos en las Tablas 2.2 a 2.5, los conglomerados de red según las funciones de apoyo difieren significativamente por nacionalidad, género, ocupación laboral y número de familiares en España.

 

En las redes poco diferenciadas (Tipo 3) están significativamente representados los marroquíes, mientras que ocurre al contrario con los senegaleses y los filipinos. Es el grupo que cuenta comparativamente con más mujeres, y donde hay mayor número de divorciados(as) y viudos(as). Tienden a visitar el país de origen con mayor frecuencia que el resto, y es más probable que no contaran con antecedentes familiares cuando emigraron. De hecho, es el grupo que dispone de menos familiares en España. En lo que respecta a la ocupación laboral, predomina el servicio doméstico y es infrecuente la venta ambulante. Es menos probable que en las demás categorías disponer de permiso de trabajo.

 

Al contrario que la anterior, la red con predominio de funciones psicológicas (Tipo 1), es menos frecuente entre los marroquíes y cuenta con más hombres. Es el grupo con mayor movilidad geográfica desde que está en la península, y con mayor probabilidad de disponer de casa propia. Tienden a ocupar los intervalos superiores de ingresos económicos. Predomina el trabajo en hostelería y es comparativamente poco frecuente el servicio doméstico.

 

Los encuestados con redes funcionalmente compensadas (Tipo 4) son en una proporción significativa hombres y trabajadores de la venta ambulante. Es más probable que sean senegaleses y menos marroquíes.

 

Por último, el conglomerado con menor prevalencia, es decir el de redes con predominio de apoyo cotidiano (Tipo 2) es el que cuenta, con diferencia, con mayor número de familiares en España, y es significativo el número de ellos que se ubican en el segmento superior de ingresos mensuales.

 

Gráfico 6. Depresión y accesibilidad a servicios sociales según tipo de redes (funciones)

 

No hay diferencias en aspectos comportamentales ni de valoración del apoyo, pero sí en los indicadores de adaptación. El subgrupo de inmigrantes con redes poco diferenciadas puntúa en depresión entre 3 y 6 puntos por encima del resto como promedio. Por su parte, las redes amplias en las que predomina el apoyo cotidiano permiten una mejor accesibilidad a los servicios.

 

3. Tipología según la estructura de la red personal

 

Por último, realizamos una clasificación de los inmigrantes a partir de tres indicadores sobre la estructura de la red personal: el tamaño total de la red de apoyo, la multiplicidad media de los vínculos disponibles y la proporción de vínculos con funciones específicas. Multiplicidad y especificidad mantienen una relación inversa significativa, como muestra el elevado coeficiente de correlación (R=-.824, p<.001), pero ambas sirven para distinguir convenientemente tipos de red personal (Tabla 3.1). Esta tercera tipología exploratoria es la que da lugar a una distribución más equilibrada de los sujetos entre las cuatro categorías resultantes. A continuación describimos las características de dichos conglomerados.

 

Gráfico 7. Tipos de redes personales según estructura

 

 

Redes pequeñas polivalentes (o concentradas) (Tipo 3). Los encuestados asignados a esta categoría concentran sus demandas de apoyo en un grupo de unos 5 vínculos. Esta red ocupa la segunda posición en cuanto al nivel de multiplicidad, lo que parece reflejar que la persona focal saca el máximo partido a los pocos contactos existentes.

 

Redes intermedias de vínculos especializados (o dispersas) (Tipo 2). Es la red que cuenta con el índice más elevado de especificidad y el más bajo de multiplicidad. El 77% de los proveedores de apoyo cubren funciones específicas y no dan más de dos o tres tipos de ayuda. La estructura de apoyo la forma un grupo de tamaño intermedio, constituido por unos siete individuos.

 

Redes intermedias polivalentes (o sinérgicas) (Tipo 4). A la inversa de la anterior, es la red que cuenta con el índice más elevado de multiplicidad y el más bajo de especificidad. Casi todas las personas a las que recurren estos encuestados son polivalentes (97%), estando disponibles además para casi todos los tipos de ayuda. Se trata de una red de tamaño intermedio, formada aproximadamente por siete vínculos.

 

Redes amplias equilibradas (o integradas) (Tipo 1). Esta agrupación recoge a aquellos individuos que han sido capaces de conformar una red amplia de en torno a catorce contactos personales. Comparativamente, cuenta con los niveles más moderados de multiplicidad y especificidad. Más de la mitad de los contactos disponibles proporcionan cuatro o cinco tipos de apoyo diferentes, pero también cuentan con una proporción importante de vínculos específicos (46%). El mayor tamaño de la red personal parece permitir una adecuada distribución de funciones, con una combinación equilibrada de especialización y polivalencia.

 

 

Gráfico 8. Porcentaje con cada tipo de red

 

 

 

Las variables estructurales permiten distinguir conglomerados que se asocian significativamente con la nacionalidad, el proyecto migratorio, el tiempo de estancia, la ocupación laboral, el tipo de documentación en regla y el número de familiares en España (Tablas 3.2 a 3.5).

 

Las redes pequeñas polivalentes (Tipo 3) las han conformado aquellos que llevan menos tiempo residiendo en España. El grupo nacional en el que es más probable que se desarrollen este tipo de redes es el de los marroquíes, mientras que es comparativamente poco frecuente en los senegaleses. En este conglomerado están significativamente poco representados los solteros y los vendedores ambulantes. También hay mayor número de inmigrantes irregulares.