Editorial - mayo 2005

La transformación en el marco Bolonia de los estudios de postgrado

En este nuevo número de la Revista Periferia hemos querido abordar un tema que afecta especialmente a los doctorandos y doctorandas del programa de Antropología social y cultural: las implicaciones del actual proceso de transformación de los estudios superiores, especialmente de los estudios de postgrado en nuestro futuro como investigadores/as y/o profesionales de la antropología.

Las previsiones actuales sobre el proceso de convergencia europea apuntan al 2010 como fecha a partir de la cual se pondrá en marcha el nuevo sistema. Evidentemente, todas las titulaciones obtenidas con anterioridad seguirán siendo válidas (al igual que los derechos asociados). Para entonces se tendrán que haber despejado las siguientes cuestiones:

  • La existencia de un grado de antropología a nivel estatal, en la línea de los países europeos
  • El mapa de postgrados que sustituirán a los actuales doctorados

En cualquier caso, existirán un conjunto de postgrados en antropología, seguramente más especializados) que se impartirán de forma conjunta por una red de universidades, a menudo con universidades europeas. Ésta es la primera implicación para todos y todas: pensar en clave europea (a efectos de estancias, menciones europeas, lenguas y colaboraciones). Y esto también se aplica a los colegas de América Latina. Todos formamos parte de un espacio de investigación acreditado a nivel europeo y, en nuestras relaciones fuera de ese espacio, reside nuestro singular valor.

La segunda implicación, relacionada con la primera, es la movilidad entre centros de investigación. La movilidad, la asistencia y organización de actos, el impulso de lugares de encuentro como éste, Periferia, la multiplicidad de idiomas en los que es posible publicar, debe formar parte de nuestra trayectoria de investigación en la medida de nuestras posibilidades. Sólo así nuestro trabajo será susceptible de ser conocido (y valorado) en un contexto internacional.

La tercera implicación es sencilla: reafirmar la necesidad de fortalecer el conocimiento mutuo de los participantes del programa. Movernos en esos espacios transnacionales de los que hablamos implica reconocer y mantener una amplia red de información en todo el mundo. Esa red ya existe. Sólo hay que cuidarla para ser centrales en la periferia.

Nos ha parecido interesante ilustrar la editorial con dos referencias. Por un lado, la experiencia personal de un doctorando, Pablo Domínguez, con un intenso recorrido transnacional. Bolonia en este sentido supone para varios la constatación de un proceso personal ya iniciado, y desde Periferia queremos exponer casos de estos nuevos modelos académicos.

En segundo lugar, resulta de gran interés conocer el sitio web http://seneca.uab.es/antropologia/Grado donde se expone toda la documentación y el proceso de movilización que ha suscitado Bolonia en el ámbito disciplinar en el estado español.

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