REDES- Revista hispana para el análisis de redes sociales.
Vol.4,#1,
jun. 2003.
http://revista-redes.rediris.es

Introducción:  Redes para repensar lo social

Rosa Luz González – UNAM y José Luis Molina – UAB

Tenemos el placer de presentar el volumen 4 de la Revista Redes. En este volumen se recoge una cuidada selección de las más de 30 ponencias presentadas en las sesiones en español de la XXIII Conferencia Internacional de Análisis de Redes Sociales celebrada en Cancún (México) del 12 al 15 de Febrero de 2003. Todos los artículos publicados han sufrido una atenta revisión por parte del comité editorial y aquellos que no han podido ser publicados se debe a que el formato de la Revista Redes no incluye, al menos por ahora, una sección reservada para las investigaciones en marcha. En conjunto, sin embargo, pensamos que la selección recoge los elementos fundamentales del análisis de redes sociales en el mundo iberoamericano (porque el portugués ya está incorporado con pleno derecho al ARS), a saber, la flexibilidad en las aplicaciones del ARS y la heteregoenidad de las aportaciones. Pero vayamos por partes.

El ARS demuestra su flexibilidad en el amplio rango de aplicaciones de los diferentes artículos. Así, la perspectiva de redes es tanto teoría como método de análisis (e intervención), u objeto de estudio.

Ilustración 1 . La flexibilidad de la perspectiva de redes

Esta flexibilidad permite superar (o al menos sortear) los problemas derivados de las dicotomías clásicas de la teoría social clásica, esto es, los enfoques macro-micro, estructura-acción, cualitativo-cuantitativo, etic-emic, racionalidad económica-prestigio social, naturaleza-sociedad o Gemeinschaft versus Gesellschaft, entre muchas otras. Esta flexibilidad no es más que el indicador de la existencia de una unidad fundamental de la realidad social y que es, siguiendo a Carlos Lozares (Valores, campos y capitales sociales) en este mismo volumen, la interacción social. La existencia de redes en la naturaleza que comparten características de las redes sociales humanas, entre delfines, abejas u otros primates no debe sorprendernos porque nuestra separación del resto del universo es, nunca mejor dicho, arbitraria. Ahora bien, la relevancia del acervo de métodos y técnicas acumulado durante 50 años conocido como ARS es que permite analizar esta interacción reiterada cristalizada en lo que conocemos como grafos de forma sistemática e incisiva. Allí donde hayan interacciones, allí habrán redes y allí el ARS será especialmente útil. Esta afirmación es especialmente afortunada para el artículo de Ana Salomé García Muñiz y Carmen Ramos Carvajal (Las redes sociales como herramienta de análisis estructural input-output): las tablas input-output y sus baterías de indicadores, desarrollados durante casi un siglo, pueden beneficiarse de las medidas clásicas de centralidad del ARS. ¿Cómo podía ser de otra forma?

Por último, las redes, empresariales (Cristóbal Casanueva Rocha), ciudadanas (Dolly Palacio, Rafael Hurtado y Leonardo Garavito) o de amistad entre los estudiantes Erasmus (Ainhoa de Federico de la Rúa), son objeto de estudio. El tercer vértice, el del objeto, se beneficia de incorporar al caso o los datos empíricos el método y la teoría. Así el artículo de Ainhoa de Federico de la Rúa (La dinámica de las redes de amistad. La elección de amigos en el programa Erasmus) representa una aplicación experta tanto de la teoría sociológica relevante para el tema de estudio como de los últimos avances en ARS, especialmente los modelos dinámicos. El artículo de Cristóbal Casanueva Rocha (Relaciones estratégicas entre pymes: contraste de hipótesis empresariales mediante ARS) explora la construcción de tipologías de redes empresariales y combina con sabiduría la pruebas estadísticas clásicas con el ARS. Por último el artículo de Dolly Palacio, Rafael Hurtado y Leonardo Garavito (Redes socio-ambientales en tensión: El caso de la gestión ambiental de los humedales de Bogotá) tiene la virtud de incorporar en un mismo análisis relaciones y discursos en un interesante uso de la teoría del actor-red. Análisis estructural y propuestas posmodernas coexistiendo en el mismo texto. ¿Se puede pedir más flexibilidad?

Este punto nos lleva a la siguiente característica del ARS iberoamericano: la heterogeneidad. El ARS está en sus inicios. Recordemos que sólo a partir de la Conferencia Internacional celebrada en Sitges (Barcelona) en 1998 se inicia la lista REDES. El interés existente en el mundo de habla hispana primero e iberoamericano después se debe, en buena parte, a la variedad semántica de la palabra red social. Así, en América Latina, la influencia de Niklas Luhmann (1996) y su teoría de sistemas, por una parte, y el cambio de las políticas sociales y económicas de los últimos años que han pasado de dejar en manos del mercado la construcción (destrucción) del desarrollo económico y social a desarrollar políticas que trasladan a los actores y a las redes de éstos, la responsabilidad de organizarse y de aprovechar su “capital social” (Durston, 2002), por otra, ha llevado a identificar redes con diagnóstico consensuado de la realidad por parte de los actores implicados e intervención para su mejora. Así, la expresión “redes sociales” en este contexto es sinónimo de herramienta para la mejora (de una enfermedad, de una localidad, de una situación) mediante el uso de activos sociales preexistentes (supuestamente). No hay contradicción. Al contrario, este uso de las redes sociales necesita de la potencia de análisis del ARS propiamente dicho y, viceversa, los nuevos campos de aplicación atizan el ingenio para desarrollar nuevas herramientas que respondan a las necesidades de la sociedad.

Este uso del término en América Latina contrasta con los investigadores formados bien en Estados Unidos, bien en Holanda o bajo su esfera de influencia, donde el ARS es extremadamente formal. Decimos extremadamente porque la aportación iberoamericana es precisamente la sustantiva, la de las aplicaciones, la de la vida. Nosotros no creamos algoritmos sino que los utilizamos para entender mejor la realidad social. Ésta es la contribución de la comunidad iberoamericana. Pero hay que tener paciencia. Muchos jóvenes investigadores en México, Argentina, Chile, Colombia, Uruguay, España, Brasil, Portugal, están próximos a realizar aportaciones de interés. Necesitan de apoyo, de cursos de formación, de redes de universidades y centros de investigación, en fin, de recursos. Estamos persuadidos que esta combinación de objeto, método y teoría nos ayudará a repensar lo social, a intentar cambiar las etiquetas con las que nombramos el mundo. Esperamos humildemente que este volumen de la Revista Redes sea una contribución en este camino. Ahora bien, esta empresa sólo podrá realizarse formando parte activa de la comunidad internacional (INSNA), atreviéndose a trabajar juntos y a producir nuevos horizontes intelectuales.

Bibliografía

Luhmann, Niklas (1996). Introducción a la teoría de sistemas. México D.F.: Anthropos

Durston, John (2002). El capital social campesino en la gestión del desarrollo rural. Díadas, equipos, puentes y escaleras.CEPAL.
<http://www.eclac.cl/cgibin/getProd.asp?xml=/publicaciones/xml/0/11700/P11700.xml&xsl=/dds/tpl/p9f.xsl&base=/dds/tpl/top-bottom.xsl> [Consulta: julio 03].